La batalla de Tembleque
LA BATALLA DE TEMBLEQUE
A veces es muy gratuito tomar referencias históricas para argumentar hechos del presente, pero al igual que ocurrió con la batalla de Bailén en la que, por primera vez, fue derrotado el gran ejército napoleónico, en esta ocasión tenemos que hablar de la batalla de Tembleque, como la gran victoria de los ciudadanos ante el poder. Sabemos que los símiles no son los adecuados, cuando estamos en un estado democrático, y tenemos en cuenta que hay que desterrar toda terminología bélica de nuestro lenguaje, sin embargo ante la situación de desesperación de las personas por perder sus servicios sociales, bien merece hablar del regocijo de la victoria por conservar lo que es suyo de derecho, es decir, una sanidad de veinticuatro horas, un centro de urgencias médicas, para poder tener una calidad de vida digna en el mundo rural.
La historia es la de siempre, se repite el argumento hasta la saciedad, con la excusa de una planificación y austeridad económica se infravalora la importancia que tienen los pueblos en la gran llanura de la Mancha. Los ojos del gobierno regional tienen una mezcla de la superioridad del urbanita y la del dominguero que mira por encima del hombro, que no sabe que en esos pueblos hay niños que van a la escuela, que hay gente joven con ilusiones, que hay emprendedores, esa palabra tan valorada y santificada, y por supuesto, que hay personas muy mayores, que necesitan una atención médica continua, porque se lo merecen, porque todo lo que tenemos, como la sanidad y educación gratuitas, se lo debemos a ellos, y no lo queremos perder.
José Luis Real