Intervención en el pleno Ayuntamiento Toledo
Os presentamos por escrito la intervención que ha realizado la Asociación de Vecinos ‘El Tajo’ y en su nombre Gemma Ruiz Azaña, que a tomado la palabra este jueves 28 de septiembre, en el pleno del Excelentísimo Ayuntamiento de Toledo.
INTERVENCIÓN EN EL PLENO
¡Buenos días! señor alcalde y miembros de la mesa, señores concejales, señoras concejalas, vecinos, todas….
Es para mí un honor y gran compromiso ocupar hoy esta tribuna. Sin embargo, lamento tremendamente tener que hacerlo para hablar del amianto en Toledo. Esta es una cuestión por la que viene luchando, desde hace muchos años, la Asociación de Vecinos” El Tajo”. En el año 2016, ya intervenimos en un pleno denunciando este grave problema ambiental y de salud pública Y, hoy 8 años después, en el 2023 estamos lejos aún de su solución definitiva.
Durante estos años hemos llamado a infinidad de puertas: a este Ayuntamiento, a la Junta de comunidades; a las Cortes de Castilla la Mancha, al Congreso de los Diputados; tuvimos la visita de varios eurodiputados e, incluso alguna de ellas se acercó a ver la zona; nos reunimos con el director general de calidad y evaluación ambiental del ministerio de transición ecológica. Trajimos a Toledo al Dr. Tarres, el neumólogo con más experiencia de España en este tema, para dar una charla e intentar concienciar a la ciudadanía. Conseguimos que los medios de comunicación más importantes del país se hicieran eco de nuestra problemática. Numerosas son también las veces que nos hemos dirigido al Defensor del Pueblo demandando información y siempre obteniendo la misma repuesta: de entre todas las administraciones, la más opaca era este consistorio.
Con la Dirección General de Salud Pública de Castilla la Mancha, también nos hemos reunido hasta en tres ocasiones, demandando bien un seguimiento a todo el vecindario o un cribado dirigido a una franja de edad ya que convivimos durante 24 horas al día, 365 días al año con este material cancerígeno a tan solo 300 metros de nuestras viviendas sin ningún equipo de protección. En estas reuniones, se nos llegó a prometer un estudio epidemiológico, pero este, nunca llegó…
Quizá, alguien en esta sala aún no sabe de qué estamos hablando. El amianto o asbesto es un gran desconocido para mucha gente. Se puede afirmar sin miedo a equivocarse que, sobre este material, omnipresente en nuestras vidas, se ha urdido una eficaz conspiración de silencio a escala mundial. Lo que sí sabemos es que el Amianto es una sustancia cancerígena según la OMS y es el principal causante del mesotelioma, un tipo de cáncer que a día de hoy no tiene cura y lleva a una muerte segura. No se conoce un límite de seguridad, por lo que todos los organismos internacionales de la salud (incluidos la OMS y la Agencia Internacional de la investigación del cáncer) recomiendan la dosis cero. Una sola fibra retenida en los pulmones bastaría para desencadenar una asbestosis o un mesotelioma en una persona susceptible. Por tanto, queda claro que la presencia en grandes cantidades de restos de amianto en el barrio de Santa María de Benquerencia del Polígono, es decir, de la ciudad de Toledo, no es solo un problema medioambiental sino también de salud pública.
A modo de recordatorio, decir que la fábrica Ibertubo del polígono de Toledo trabajaba con amianto como materia prima de su producción. Cuando el amianto fue prohibido en España (ley de 15 de diciembre de 2002 donde se prohibía: la producción, comercialización e instalación del amianto y productos que lo contengan), la fábrica aún tenía gran cantidad de materiales en forma de restos sólidos y muchas toneladas en forma de “lodos”. De una manera totalmente irresponsable y descontrolada se fue deshaciendo de ellos y depositándolos en las inmediaciones de la zona residencial de barrio del Polígono, en localizaciones diversas como: parcelas de labor de particulares, parajes en barbecho o de eriazo, caminos y, lo que es especialmente sangrante, el cauce y riberas del arroyo Ramabujas, que desemboca como todos ustedes saben en nuestro maltrecho río Tajo. Ninguna administración puso coto a esta actividad, a pesar de tener conocimiento de ello a través de informes emitidos por el SEPRONA, y de estar denunciada desde el 2002 por “supuesto delito contra la salud de los trabajadores y contra los recursos naturales y del medio ambiente” en el juzgado nº 2 de Toledo. Queda claro, que de ninguna manera podía pasar desapercibida esta actividad, pues se desarrolló con camiones, a plena luz del día, dando un resultado estimado de unas 95.000 toneladas de restos de fibras de amianto al aire libre, el mayor vertido de Europa.
Sin embargo, no estamos aquí para buscar responsabilidades de ninguna administración (que seguro que las hubo) sino para buscar soluciones.
En el año 2014 la Asociación de vecinos “el Tajo” fue partícipe de una denuncia ante la Fiscalía de Medio Ambiente del estado. Esta emitió un informe completo donde insistía en la “necesidad de recogida, retirada y gestión por gestor debidamente autorizado”.
En los últimos años, la Junta de Comunidades ha litigado para conseguir que las fincas de propiedad privada tapen (aunque ellos lo llamen sellado) algunos núcleos de amianto señalados por el Informe EMGRISA. Sin embargo, tapar es dejar mal enterrado un problema para las futuras generaciones. Esto ha quedado de manifiesto durante estos últimos años: las dos DANAS, primero en la del 2021, pero sobre todo la de septiembre del 2023 que ha dejado al aire restos de tubos y lodos en algunos tramos del cauce del arroyo Ramabujas, haciendo propicio el refrán “y de aquellos barros estos lodos”. Esto es lo que queremos dejar claro hoy aquí, que este problema no está solucionado, ya que existen en el barrio otras zonas contaminadas en donde, directamente, no se ha llevado a cabo ninguna acció. Sirva de ejemplo el barrio avanzado, propiedad de la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha, que está apenas a 50 metros de las viviendas. Además, nos consta que, al ser un material muy utilizado en la construcción durante el siglo XX, está presente en muchos otros lugares como viviendas e instalaciones de todo tipo.
En el Congreso Nacional de Anatomía Patológica de España del año 2019 se informó que, en el área sanitaria del Complejo Hospitalario de Toledo, se ha detectado un aumento de incidencia de los casos de mesotelioma, teniendo en alguno de los años que discurren entre el 2000 y el 2019 más de 5 casos, lo que para este tumor rarísimo supone una autentica epidemia. ¡Ya no hablemos de la asbestosis, del cáncer de laringe y el cáncer de pulmón que habrá causado este amianto!
Queremos recordarle al Ayuntamiento que en abril de 2022 entró en vigor la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular que dice: “en el plazo de un año desde la entrada en vigor de la ley, los ayuntamientos elaborarán un censo de instalaciones y emplazamientos con amianto incluyendo un calendario que planifique su retirada. Tanto el censo como el calendario, que tendrán carácter público, serán remitidos a las autoridades sanitarias, medioambientales y laborales competentes de las comunidades autónomas, las cuales deberán inspeccionar para verificar, respectivamente, que se han retirado y enviado a un gestor autorizado. Esa retirada priorizará las instalaciones y emplazamientos atendiendo a su grado de peligrosidad y exposición a la población más vulnerable. En todo caso las instalaciones o emplazamientos de carácter público con mayor riesgo deberán estar gestionadas antes de 2028.”
A día de hoy, no tenemos constancia de que se haya realizado este censo, algo que en aras de la transparencia solicitamos desde aquí.
Desde el vertido ilegal de amianto han pasado más de 20 años. Desde aquella denuncia a fiscalía de medioambiente han pasado casi 10 años. Desde el último pleno del ayuntamiento de Toledo donde se trató el tema han pasado 7 años…. ¡Pero el problema sigue aquí! Nosotros venimos, hoy, aquí, para que la nueva corporación, para que todos sus concejales, los que gobiernan y los que están en la oposición, no miren para otro lado, no se escuden en que no tiene competencias, y sean parte de la solución. Este problema no se ciñe solo a un barrio de la ciudad porque prácticamente toda la población de la ciudad y de la provincia pasa por el Hospital Universitario de Toledo (que se encuentra a 1 km de muchos de los vertidos), pasa por el centro comercial, por la zona industrial o por sus calles y paseos. No es un problema del barrio del Polígono sino de la ciudad de Toledo. Durante muchos años estuvimos solos, pero hoy nadie duda de que ¡es un grave problema de salud pública y de que nos va la vida en ello!
Por todo ello, exigimos que el ayuntamiento haga de este problema de máxima gravedad para todos los vecinos y vecinas de la ciudad de Toledo algo prioritario. Y no nos sirve cualquier solución, ¡solo cabe la retirada planificada de los restos de amianto ya!
