El Consistorio abre expediente al hostal del polígono y no le permite abrir
El Consistorio abre expediente al hostal del polígono y no le permite abrir
jmonroy@diariolatribuna.com
Dos jóvenes empresarios acudieron a la Junta de Distrito del Polígono para denunciar las trabajas que el Ayuntamiento está poniendo desde hace años a su familiar para la apertura de dos nuevos negocios en la ciudad. Se trata de dos hostales, situados en el polígono industrial y la avenida de Barber que podrían suponer una oferta de empleo de quince a treinta personas. El pasado 10 de febrero, denunció Estíbaliz Pérez, solicitaron audiencia con el alcalde para explicarle su situación, pero para su sorpresa no les ha querido recibir.
Por el momento, el Ayuntamiento ha negado a la familia Pérez la apertura del hostal en el polígono industrial, de 25 habitaciones, que ya está construido. Le ha abierto un expediente sancionador de 6.000 a 150.000 euros por una «infracción grave», un expediente que «se ha emitido sin que nadie haya visitado en ningún momento la obra realizada para verificar si la infracción es cierta o no», advierte Javier Pérez, cabeza de familia e inversor de los proyectos. Pérez es un conocido empresario del barrio del Polígono que ha colaborado económicamente en la creación de estos dos hostales, que gestionarán sus hijas.
El Ayuntamiento, denuncia Pérez, acusa a su familia de haber superado la edificabilidad máxima disponible con el hostal del polígono porque, según sus cuentas, la cubierta del inmueble está a once metros y medio. «Pero aquí no ha venido nadie a medirlo», advierte. Con un metro en la mano, el empresario demuestra a este diario que el inicio de la cubierta está diez metros justos y advierte que su coeficiente es de 0,6. También acusa el Consistorio a la familia de haber realizado modificaciones de acuerdo al proyecto inicial. Pérez se defiende y afirma que son pequeñas modificaciones que cumplen en todo momento con la normativa y que son del todo necesarias para velar por la seguridad de los trabajadores. Así, ha construido un tramo más de escalera que conduce a la terraza de instalaciones y mantenimiento de la cubierta y que se encuentra dentro de las construcciones y alturas permitidas. También ha creado dos pequeñas terrazas adyacentes a la cubierta para impedir que haya accidentes cuando algún trabajador se suba en caso de avería de algunas de las ocho chimeneas en cubierta.
Además, el Ayuntamiento tampoco le deja al hostal dedicar el sótano a sala de reuniones, tal y como hacen otros hoteles de la ciudad, «porque según el departamento de urbanismo dicho uso es incompatible con el planteamiento urbanístico». Para Pérez, en realidad se trata de una actividad complementaria del uso hotelero autorizado en la Ordenanza número 14 del Polígono Industria de Santa María de Benquerencia, la cual, entre los usos terciarios recreativos admite las salas de reunión.
La familia muestra su impotencia cuando entiende que todas sus actuaciones en el hostal están dentro de lo que marcan las ordenanzas municipales. Pero en el mismo polígono industrial, señala que hay varios negocios exceden mucho las volumetrías, o que operan en negocios allí prohibidos por ordenanza.
Durante los últimos días, el Ayuntamiento ha cortado el agua al inmueble, lo que se suma al corte previo de luz.
Barber. La familia Pérez también está trabajando en la construcción de otro pequeño hostal de apartamentos entre la avenida de Barber y Coronel Baeza. La idea es dar servicio a las personas con un familiar ingresado en el hospital Virgen de la Salud, que puedan ir a echarse un rato o darse una ducha. Algunos usuarios le están urgiendo ya a abrirlo. Sin embargo, aquí la familia se ha encontrado con problemas para la licencia para los apartamentos dado que el Ayuntamiento le exige que al menos el 51 por ciento del inmueble tenga un uso residencial. Para Javier Pérez esto es injusto, habida cuenta de que, cuando pidió la licencia de obra, antes del este uso de hostelería estaba permitido. Además, en la misma acera hay varios inmuebles que tampoco tienen un uso residencial, sino que son negocios a los que parece que el Ayuntamiento no les ha puesto impedimentos. En su caso, advierte que se podría entender que los apartamentos tienen ese uso residencial. Además, advierte Pérez, aún en el caso de que se dedique la mitad del edificio a apartamentos y la otra mitad a viviendas, el Ayuntamiento no le permite compartir las escaleras o el ascensor. De momento, la obra continúa.