Impotencia/esperanza.
Ivan Dorado
Cuando una persona se implica de verdad en ayudar a rescatar animales no humanos abandonados, bien sea colaborando con protectoras o de manera particular, termina con unas sensaciones de frustración, impotencia… exhausta finalmente, porque aunque cuando se logra salvar inicialmente del abandono a un gato, un perro, conejito, una camada entera, etc, te sientes satisfecho y alegre, pero después queda un duro trabajo voluntario de buscar hogar definitivo para ésos animales, que otros sin consecuencia ninguna, dejaron a su suerte en un mundo urbano hostil y peligroso para ellos, mucho más que la propia reducida naturaleza, a la cual ya no les podemos enviar porque egoístamente, o no, pero este es el resultado final, el humano les ha hecho “domésticos”.
Alguien dirá: “Pues no te compliques la vida”, y siempre pienso, menos mal que yo no miro a otro lado, cuando tienes o puedes tener relación con animales no humanos domésticos, te das cuenta de lo vulnerables que son, de lo dependientes que son del humano (los hicimos así)… y si las autoridades no se implican, hay gentes que de momento hacen lo que pueden en un país en el que los animales no humanos importan muy poco, son casi objetos de diversión y capricho, toros, toros embolados, capeas, circos, galgos, cachorros por navidad, caza, lobo, lince, rapaces… yo sí me complico un poco la vida por ellos, por las irresponsabilidades de otros humanos en mi sociedad.
Hay muy poco control legal, muy pocas normas que los protejan del abandono, de sus dueños irresponsables e incívicos, del maltrato en general, que los incluyan en la sociedad, al contrario, encima que se les trata mal, se les relega de todos los sitios públicos, deben molestar…
Empieza la acción, te encuentras, por ejemplo un perro, ¿a quien llamar?, si llamas a la perrera de turno se lo llevan (si es fácil cogerlo, si no no harán nada, ni ellos, ni la policía, nadie) y a los 21 días si nadie lo reclama o no tiene chip, pinchazo y al otro barrio. Si llamas a una protectora habrá que cruzar los dedos para que haya hueco en sus instalaciones o en alguna de sus casas de acogida (no suele haber sitio, están saturadas el abandono por toda España es brutal). Si hay sitio estás de suerte, el perro se puede quedar a salvo, y ya se encargan bajo su criterio de buscarle hogar. He de decir que en general las protectoras, sí hacen honor a su nombre, sí protegen a los animales, pero algunas, pocas, su trabajo se contamina de acciones censurables, supongo y quiero pensar, que por toda la presión y tensión que genera meterse en estos temas tan poco agradecidos, ni siquiera económicamente.
Sigamos…, si no hay sitio en ninguna protectora de la zona, le llevas al veterinario (si puedes permitírtelo), le vacunan, desparasitan, le limpias, le das agua, comida… y empieza una carrera contrareloj de llamadas a amigos, familiares, redes sociales… nadie suele contestar, y tú no te lo puedes quedar porque ya tienes perro rescatado de la calle igualmente. La única opción es buscar alguna residencia canina que por unos 30 € al mes lo guardan para ver si te da tiempo a seguir buscando hogar, a ver si hay suerte y si tienes dinero el tiempo que sea necesario, si no buscas financiación inventando maneras de recaudar como sea para conseguir más tiempo, o el animal volverá a la calle.
Y así es casi siempre, si finalmente logras el objetivo al poco tiempo te ves en la misma situación, o peor si es un animal atropellado o enfermo, la alegría pronto se torna en preocupación nuevamente.
Toledo es una de la provincias con mayor tasa de abandono de España.
Todo esto ocurre por el descontrol de cría, de medidas como el chip de identificación del perro y dueño, que la mayoría no lo llevan puesto (hay gente que antes de abandonar arrancan el chip del animal para no ser identificados), venta, falta de concienciación social, modas de razas, galgos al final de temporada de caza/competición, desconocimiento de lo que es un perro, sus cuidados, sus necesidades, sus derechos, etc, y son miles de perros abandonados, miles, todos los años…
Es un ciclo que de momento no para, es un problema que hemos creado los humanos, y las victimas inocentes y vulnerables son ellos, unos seres realmente maravillosos que no tienen culpa de nada…
Esperemos que las cosas cambien algún día, que las conciencias de todos y de los que llegan al poder se impliquen en este y otros temas, aunque sea de momento de manera particular poniendo nuestro granito de arena.
